21.7.17

Reseña de Cine | John Wick 2: Un Nuevo Día para Matar

John Wick 2: Un Nuevo Día para Matar
Duración de 122 minutos
Protagonizada por Keanu Reeves, Ian McShane, Ruby Rose, Laurence Fishburne, Lance Reddick, Common
Dirigida por Chad Stahelski
Después de regresar al mundo criminal, obligado a cumplir una deuda de sangre, John Wick se convierte en la siguiente misión de prácticamente todo asesino a sueldo, con un precio por su cabeza más alto de lo que podría imaginar.
Así como nuestros papás tuvieron a su John McClane, Rambo o Terminator, para nosotros llega un antihéroe como ningún otro, que sin exagerar, probablemente ha matado a más personas que todos Los Indestructibles juntos. Como una esperadísima secuela, después del éxito en 2014, John Wick 2: Un Nuevo Día para Matar llega para, tan sólo con un lápiz y 7 balas, apilar innumerables cuerpos y llenar la pantalla de sangre.

Estableciendo no sólo a un personaje, sino a todo un universo, los directores David Leitch y Chad Stahelski, anteriormente dobles de riesgo, conocen a la perfección cómo grabar secuencias de acción sin necesidad de usar varias cámaras a la vez o recurrir a excesivos cortes en edición; ¿el resultado? Una cinta que es 80 por ciento disparos a la cabeza y 20 por ciento momentos bad-ass por parte de Keanu Reeves y compañía.

En esta ocasión dejamos atrás la introducción calmada y casi silente de su predecesora, y desde el minuto uno entramos de lleno a una impresionante persecución, seguida de lo que parecería una escena ya clásica: dos hombres hablando de lo serio que es que John Wick esté tras de ti. Y aquí va mi primera crítica a la película, pues en un inicio temí que el proyecto sufriera de secuelitis, término para decir que la continuación de un filme no aporta nada nuevo y sólo recicla los puntos positivos o fuertes de su anterior entrega.

Afortunadamente Un Nuevo Día para Matar no es el caso, y lo que vemos es una expansión de un mundo repleto, y repito, repleto de asesinos elite con reglas algo absurdas, y por qué no decirlo, al ver su ejecución harán a más de uno reír; ese es otro punto al que quería llegar, su humor. No es que veamos comentarios chistosos o personajes comic relief, sino más bien momentos breves pero bien pensados, y que en ninguna parte se sienten forzados o fuera de lugar; al contrario, nos dan un respiro, liberando toda esa tensión de ver a un hombre tras otro morir de las formas más geniales y algo explicitas posibles.

¿Somos malas personas al ver este tipo de cintas llenas de violencia y sangre? Tal vez, pero sin duda es culpa de sus creadores hacerlas realmente divertidas.

El elenco de John Wick 2 incluye el regreso de Keanu Reeves, con todo y su nueva mascota, Ian McShane, Lance Reddick y John Leguizamo, así como las incorporaciones del célebre rapero Common, Ruby Rose (en serio, con esta es la tercera vez en 2017 que vemos a la actriz en un papel similar) y el gran Laurence Fishburne, que aunque breve, su aparición es bastante disfrutable al lado de Reeves, funcionando también como una especie de guiño a los fans de The Matrix; sólo nos faltó Carrie-Anne Moss para completar el cuadro.

Sobre sus puntos negativos haré un comentario hacia las alargadas secuencias de acción, pues ya para el enfrentamiento final nos acostumbramos tanto a los disparos, sangre y violencia, que poco es lo que nos vuelve a sorprender. Claro, sin demeritar el trabajo de Reeves, cuyo entrenamiento en combate táctico con armas y cuerpo a cuerpo es impresionante.
Y sin dar SPOILERS, lo único que diré es que su director, Chad Stahelski declaró al sitio Collider que una tercera parte ya se encuentra en desarrollo, y confesó que los personajes Winston y Charon tendrán roles más importante en el futuro de la franquicia. Por como las cosas terminan en este filme, es obvio que la puerta queda abierta no sólo para múltiples continuaciones en la gran pantalla, sino también, según algunos rumores, una serie de televisión que gire en torno al Hotel Continental es otra posible opción.

En conclusión: John Wick 2: Un Nuevo Día para Matar significa pasar un gran rato en el cine, acompañado de personajes carismáticos en secuencias bien logradas que te sumergirán en un universo donde, si la violencia fuera arte, sin duda habría un monumento a Baba Yaga, el Hombre de la Bolsa, Jonathan Wick.

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